Hacía tiempo que no contábamos con el testimonio de un invitado que nos contara en primera persona su historia personal destinada a la motivación del deporte para mejorar la salud de los niños.
HOY os dejamos un post muy especial de Moisés Perea Cerezo (@Mcerezo3), jóven triatleta internacional perteneciente al club Ilicitano de Triatlón, nacido el 31 de mayo de 1996 en la ciudad de Elche, Alicante. ¡Esperemos que os guste, no tiene desperdicio!
“Mis inicios como deportista comenzaron practicando equitación cuando tenía cuatro años, mi gran pasión por los caballos desde muy pequeño llevó a mis padres a sentirse obligados a iniciarme en este deporte. Después de tres años practicando este deporte, mis padres me propusieron probar otras prácticas deportivas, con la única condición de no dejar la equitación. A partir de ese momento, empecé a practicar fútbol (como la mayoría de los niños), natación, judo y otros deportes que no recuerdo. Ninguno llegó a llamarme la atención lo suficiente como para centrarme en su práctica, hasta que un día en mi propio colegio se fundó una escuela de Baloncesto. Ya me llamaba la atención cuando veía la NBA por la tele así que me lancé a probar ese deporte. Compaginé las dos disciplinas bastante bien, tenía tiempo para estudiar e incluso sacaba tiempo para ir dos días a las semana a clases de Inglés.
Una mala temporada en equitación, en la cual no me sentía cómodo y en la que tuve varias caídas difíciles llevo a mis padres a dar por finalizada mi afición por el deporte que me ha marcado toda la vida. Me centré en el Baloncesto hasta llegar a un gran nivel, siendo seleccionado por la Federación Valenciana.
Un fin de semana después de jugar un partido, mis padres y mi hermana me recogieron de un partido para comer en casa de unos amigos de la familia. Tras terminar la comida, mi madre recibió una llamada la cual cambió mi vida, mi abuelo había perdido la vida en un accidente de tráfico. Con él y mi abuela pasé mi infancia, ya que por motivos laborales pasaba poco tiempo con mis padres. En ese momento mi vida dio un giro inesperado, a pesar de tener 12 años entré en una gran depresión y abandoné el deporte. Volví al baloncesto a los dos años y conseguí recuperar el hábito deportivo más fuerte que nunca. Pero no era lo mismo y no me sentía motivado, ya que en la grada no estaba quien tenía que estar.
Mi tío comenzó con el triatlón, pensaba que era un deporte de súper hombres. Tres disciplinas seguidas, sin descasar… ¡Eso no podía ser sano!. Hasta que realizó una prueba en Santa Pola (Alicante), allí estaba yo y mi negatividad. Mi alma de deportista estaba cabrada con el mundo hasta que empezó la prueba y conocí al amor de mi vida. Me animé a ir a la escuela del Club Ilicitano de Triatlón a probar y a la semana ya me habían metido en el mundo sin darme cuenta. Me encontraba en la salida de un triatlón escolar ya que por mi edad no podía disputar una prueba absoluta. Miré al cielo y le pedí fuerzas porque con 15 años me veía metido en lo que pensaba que iba a ser el mayor ridículo de mi vida. Pero no, mi alma de deportista de élite despertó y gané la prueba. Nadie lo se lo creía y yo estaba en una nube junto a mis familiares, ya que era una prueba de nivel autonómico y habían niños que tenían una gran calidad.
Comenzaba mi camino hasta la élite, tras la carrera me puse las pilas en todos los sentidos. Mejoraron mis notas, mi actitud y mi relación con mi entorno. Moisés había vuelto y más fuerte que nunca. Entrenaba como el que más y daba todo lo que tenía dentro en cada entrenamiento. El deporte y la vida sana me había devuelto mi vida y era más feliz que nunca. Un día normal de entrenamiento mi entrenador me comenta que se acercaba el campeonato de España y quería que probara contra los mejores de España. Mis palabras fueron: No pienso ir, no tengo nivel para ese tipo de prueba. Insistió y en unos meses me veía envuelto en el segundo mayor marrón de mi vida, el campeonato de España. Se dio la salida y me transformé en lo que se ha convertido en mi mote, the spartan. Acabé en tercera posición a pesar de sufrir una caída en el segmento de ciclismo, y ahora sí que estaba en las nubes.
Los siguientes años todo vino rodado, pódiums nacionales, copas internacionales, europeos y este próximo mes de octubre debutaré en mi primer mundial. He vivido el deporte a todos los niveles y en todos he sido feliz.
El deporte no solo da beneficios físicos, te aporta valores y te ayuda a crecer como persona, mejora tus relaciones sociales , conoces a gente de otras partes que comparten tu misma afición y con gustos similares. Ayuda a mejorar tu nivel académico y es un gran compañero en los momentos difíciles. Deporte sinónimo de SALUD Y BIENESTAR.
Hace meses conocí esta iniciativa de Mª Ángeles Medina (@magelesmedina) y Manuel Escobar (@manuel_esc) desde entonces me he sentido muy atraído por colaborar, ya que el deporte y la vida sana me han ayudado en todos los ámbitos de mi vida. Espero que con mi historia pueda ayudar a padres que no saben cómo enfocar la vida deportiva de sus hijos, niños que están cansados de una rutina y buscan nueva metas o incluso a deportistas que están pasando momentos difíciles.
Este es mi primer granito de arena y espero que no sea el último.
Gracias a Mª Angeles Medina (@magelesmedina) por darme la oportunidad de colaborar con Esporti Revolution y por fomentar la salud de una manera divertida y en familia.
¡Un saludo a todos!”
Os dejamos con la canción favorita de Moisés, Ordinary Love de U2:
Clara
Latest posts by Clara (see all)
- Esporti Revolution en la televisión del CECOVA - 25/07/2020
- Esporti Revolution herramienta de investigación clínica - 24/07/2020
- Nuevo aval para Esporti Revolution de la SVHTAyRV - 23/07/2020